Más tontos que un leño.
Es una expresión de mi madre que me encanta, y Deiku y Power son el perfecto ejemplo. Tatsuki Fujimoto ha creado a dos tontos muy tontos que reniegan del protagonismo y lo van regalando por ahí, porque ellos han nacido para ser el alivio cómico, el secundario carismático, el secuaz que no quieres que muera. Son tontísimos, y les queremos.