LOS JOJOS AZULES #10

Hasta yo estoy flipando con la foto, para qué nos vamos a engañar.

El otro día me decían que estaba viviendo una segunda adolescencia con la lectura de LOS JOJOS. Y es totalmente cierto. Después de tantos años, y con tantísimas lecturas mensuales, es difícil encontrar una serie que te entusiasme de verdad. Ojo, no hablo de disfrutar, no hablo de gustar: de esas tengo a decenas. Hablo de entusiasmar, de generar adicción, de querer preguntarle a la editorial "¿cuándo sale el siguiente?" porque necesitas saber cómo continua la historia, ya que te has ventilado un (grueso) tomo en un santiamén. Incluso cuando cualquier otra serie mensual se te hace cuesta arriba y se te acumula en la pila de lectura, LOS JOJOS siempre son prioritarios. Porque cada tomo es completamente impredecible. Imaginación pura. Y exageración absurda, claro. Y bondad, porque entre todas las tonterías, destrozo físico y bizarradas que ocurren, Araki siempre nos recuerda lo positivo, lo bueno, lo bonito del mundo. La sorpresa.

Los que me dijisteis que fliparía con la tercera saga: teníais razón. Los que me sugerían que me saltara alguna de las primeras sagas: MAL. No sé cómo podéis hacer eso en un título en el que la palabra "saga" tienen tanta razón de ser.

El diseño de Ivrea: ilumina la estantería. Cuanto más lo miro, más me gusta.

Gracias eternas a Oscar y Cris por regalarme el mítico primer volumen japonés. Lo guardo como oro en paño, me da cosa hasta abrirlo.

Nos vemos en LOS JOJOS LILAS #1 este mismo mes.

Micro-reseña (sorprendentemente) NO patrocinada por Ivrea.